¿Qué es la Gestión del Flujo de Valor?

No es ningún secreto que la innovación y la entrega de software son las principales prioridades para todo tipo de negocios en la actualidad. Si eres CEO o diriges una unidad de negocios, sabes que el software puede hacer o deshacer tu rendimiento y tu capacidad para mantenerte a vanguardia. Hace tan solo unos años, los CEOs no tenían motivos para adentrarse en el mundo del desarrollo de software, pero los tiempos han cambiado.

Un ejemplo: recientemente asistí a una reunión de las 10 organizaciones más grandes del mundo. El fundador y presidente de la empresa especificó que una prioridad para el negocio era transformar la forma en que trabajan los equipos de desarrollo de software de la empresa. Permítanme repetirlo: el fundador de una de las 10 principales empresas de Fortune 500 tiene el ojo puesto en los equipos de desarrollo de software y el valor que la innovación de software aporta a la empresa. Este problema ya no es competencia exclusiva del CIO, los profesionales de TI o los desarrolladores.

Las apuestas de los negocios están por las nubes, y el liderazgo ejecutivo estás buscando software para garantizar que se entregue valor, así como que se derive del proceso de desarrollo. Necesitan formas eficientes y confiables de hacerlo porque el software cambia constantemente y el proceso para adoptar nuevas estrategias de TI en toda la empresa requiere más tiempo y atención. Los ejecutivos deben promover prácticas que alineen el desarrollo y la TI para que las ideas innovadoras se puedan ejecutar sin problemas a través del software y, al mismo tiempo, generar valor. Para mantenerse al día con la innovación impulsada por el software, necesitas enfoques nuevos para mantener a los equipos enfocados en lo que ofrece o crea el mayor valor. Es por eso que las organizaciones han trabajado para optimizar el desarrollo de software y las transformaciones de TI con prácticas como Agile y DevOps. Estos nuevos enfoques más iterativos han allanado el camino para una mayor colaboración y visibilidad entre los equipos de software y han abierto la puerta a la automatización, la eficiencia y una mayor capacidad de respuesta a las necesidades del cliente y los objetivos del negocio. Aquí es donde entra en juego la gestión del flujo de valor (GFV).

La gestión del flujo de valor es una práctica de negocios lean que ayuda a determinar el valor de los esfuerzos y recursos de desarrollo y entrega de software. También ayuda a mejorar el flujo de valor para la organización, al mismo tiempo que gestiona y supervisa el ciclo de vida de entrega de software de principio a fin. Al identificar y examinar flujos de valor, en lugar de “características y funciones”, y medir el éxito de la entrega de software, los equipos pueden concentrar más energía y tiempo en lo que funciona y alejarse de lo que no funciona. En pocas palabras, los flujos de valor hacen que los procesos complejos sean visibles y estén listos para girar, si es necesario, para generar mas valor. La gestión del flujo de valor ofrece una visión única del ciclo de vida de la entrega de software a través de la lente de la experiencia del cliente, para alinearse mejor con los objetivos del negocio y escalar las transformaciones ágiles y DevOps.

El primer paso es cambiar la mentalidad de su organización para ver las actividades de desarrollo de software estrechamente vinculadas a los objetivos del negocio. A menudo, estos se mantienen muy distantes entre sí en una organización y los equipos de software pueden verse atrapados en un conjunto de prioridades completamente diferente. Esto significa que nadie retrocede para asegurarse de que haya alineación. En ese sentido, el primer paso es respaldar y evaluar lo que está sucediendo en tu organización y cómo el trabajo que están haciendo los equipos de software apoya al negocio. Evalúa las personas, los procesos y las herramientas que están involucradas y cuáles son sus dependencias para que el liderazgo de TI tenga visibilidad de cómo funcionan las cosas.

DevOps es un comienzo, pero solo te llevará hasta cierto punto.

La industria del software ha visto asombrosas transformaciones organizacionales con DevOps, que ha evolucionado desde su enfoque inicial en el trabajo en equipo y la empatía hasta generar valor real para la organización. DevOps crea un entorno colaborativo que reúne el desarrollo y las operaciones de TI bajo un mismo paraguas. En teoría, y cuando se aplican de manera efectiva, estos elementos centrales impulsan la eficiencia, el software de alta calidad y los ciclos de lanzamiento más rápidos. Para muchas organizaciones, DevOps ha sido transformador; sin embargo, muchas empresas todavía luchan por saber exactamente qué valor se deriva de las inversiones masivas en TI.

Para ver el mejor rendimiento de las inversiones en software, las organizaciones siempre deben centrarse en el valor de negocio y la satisfacción del cliente. Deben comprender el retorno de la inversión (ROI) y saber si su enfoque es exitoso. A medida que maduran las nuevas prácticas, vemos iniciativas de software que se enfocan más en crear y comprender métricas de éxito y indicadores clave de rendimiento (KPI) que aumentan aún más la calidad de los productos y la velocidad de entrega para satisfacer la experiencia del cliente.

Para evaluar la efectividad de sus prácticas y herramientas de software, necesitas una visibilidad total a lo largo del ciclo de vida de entrega del software. El concepto de mapeo de flujo de valor es pate del enfoque lean que te permite analizar el estado actual de tus procesos y construir un mejor estado futuro basado en la serie de eventos que llevan tu producto/servicio desde el concepto inicial hasta el producto terminado que el cliente recibe. Esto elimina el desperdicio y te permite priorizar en función de tus clientes.

Un primer paso clave aquí es recopilar medidas y métricas importantes. Demasiadas empresas pierden el tiempo midiendo las cosas equivocadas y, a veces, no pueden ponerse se acuerdo sobre lo que es importante medir. Esto tipo de mapeo se enfoca en medir lo que está sucediendo en la producción y ver dónde se pierde valor o dónde se puede maximizar la eficiencia. Las cosas que pueden impedir que el pensamiento de gestión del flujo de valor eche raíces y produzca un cambio positivo en una organización podría ser una cultura resistente al cambio. Todo se reduce a la gente. Si lo equipos son abiertos, colaborativos y están dispuestos a aprender y probar cosas nuevas, todo está listo, pero la mayoría de las empresas tienen un pensamiento heredado, junto con tecnología heredada, que puede convertirse en un obstáculo.

Con la innovación cambiando rápidamente, el panorama de desarrollo y entrega de software, las organizaciones deben recordar qué es lo más importante. El uso de las últimas herramientas y prácticas es tan valioso como el beneficio para el negocio y la experiencia del cliente. Agile, DevOps y la gestión del flujo de valor son fuerzas complementarias y juntas pueden ayudar a generar el mayor valor posible mediante la creación de visibilidad y métricas para el éxito.