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Durante años, uno de los problemas más apremiantes en la mente de los ejecutivos ha sido el tema de la innovación: ¿qué debemos hacer para tener más? Design Thinking, Lean Startup y Agile se plantean invariablemente en el contexto de una mayor capacidad de adaptación y centrada en el cliente, dos cualidades que generalmente se cree que aumentan la innovación dentro de las organizaciones. A menudo, estos conceptos se consideran soluciones independientes o incluso caminos en competencia para ayudar a las organizaciones a centrarse más en el cliente y adaptarse. Esto es, sin embargo, un malentendido fundamental de cómo utilizar estos enfoques.
Ya sea en nuestro trabajo para los sectores de educación, sin fines de lucro o de servicios financieros, a menudo nos preguntan:
- ¿Cuál es la diferencia entre Design Thinking, Lean Startup y Agile?
- ¿Cuál debo usar?
Sin embargo, estas son preguntas incorrectas para hacer (al principio), porque solo rascan la superficie del problema y no abordan la razón por la cual las empresas recurren a estos conceptos en primer lugar. Para obtener una comprensión más profunda del valor y la aplicabilidad de estos conceptos en una situación dada, es mejor preguntar:
- ¿Qué tienen en común el Design Thinking, Lean Startup y Agile?
- ¿Cómo pueden ayudarme a alcanzar mi meta?
Los tres conceptos se centran en la creación de valor para el cliente a través de procesos iterativos y, por lo tanto, contribuyen a aumentar el enfoque en el cliente y la adaptabilidad organizacional. Y aunque lo hacen de diferentes maneras, los resultados de los enfoques son complementarios. Cuando observamos el proceso de creación de valor en sí, debemos pensar en él como un continuo: descubrir valor, validar valor y entregar valor. Cada concepto cumple un propósito diferente en este continuo: Design Thinking define un resultado que queremos lograr; Lean Startup determina qué camino, entre muchos, podría ser el mejor para alcanzar el resultado deseado; y Agile optimiza el viaje a lo largo de ese camino para finalmente alcanzar el resultado deseado.
Es importante tener en cuenta que hay un valor limitado en delinear dónde termina Design Thinking y comienza Lean Startup, o dónde termina Lean Startup y comienza Agile. El énfasis en conciliar pasos individuales y trazar límites solo distrae la comprensión de las razones por las que estos conceptos podrían ayudar.
En última instancia, ninguno de los conceptos es una "bala de plata" en sí mismo: ninguno de los conceptos individuales abordaría todos los problemas relacionados con la adaptabilidad y la orientación al cliente. La verdadera respuesta radica en incorporar los tres conceptos en toda la organización para cambiar la forma en que se aborda todo.
Una descripción general de alto nivel
Design Thinking
Design Thinking es un enfoque de innovación centrado en el ser humano que se basa en el conjunto de herramientas del diseñador para integrar las necesidades de las personas, las posibilidades de la tecnología y los requisitos para el éxito empresarial.
Tim Brown, CEO de IDEO
Hay varias versiones que capturan el proceso Design Thinking. Sin embargo, la mayoría de ellas se enfocan en los siguientes 5 pasos:
Design Thinking enfatiza la empatía con el usuario final/cliente. El objetivo es comprender a la persona o personas para las que estás tratando de resolver un problema mediante el diseño de un nuevo producto, enfoque, proceso o cualquier otra cosa. Esta comprensión más profunda de la audiencia conduce a una solución "mejor" y más valiosa.
Si bien el proceso Design Thinking a menudo se representa de forma lineal, es todo lo contrario. En el núcleo del proceso Design Thinking se encuentra la exploración: aprender, probar y luego repetir el proceso nuevamente en función de los hallazgos. La representación del proceso lineal es realmente una simplificación de la mentalidad que promueve el Design Thinking. No se trata de obtener la respuesta correcta en el primer intento, se trata de desarrollar continuamente una comprensión más profunda de las necesidades y desafíos subyacentes que enfrenta un grupo objetivo de personas, comprender dónde radica el valor real y usar ese conocimiento para ayudarlos.
Lean Startup
Lean Startup es una metodología destinada a ayudar a las nuevas empresas o nuevas iniciativas dentro de organizaciones más grandes a despegar más rápido. La idea principal es que al experimentar y "fallar rápido", la organización puede identificar rápidamente la mejor solución y dedicar menos tiempo a caminos que no funcionarán.
El objetivo es encontrar el mejor camino para la entrega de valor a los clientes potenciales. Esto se hace a través de pruebas frecuentes de producto mínimo viable (PMV) con grupos de clientes potenciales. Al obtener esta retroalimentación directa de los clientes, la organización puede realizar cambios y ajustar su oferta sobre la marcha.
Similar al Design Thinking, Lean Startup parece muy simple, pero su poder radica en adoptar la mentalidad de experimentación y validación de hipótesis con los clientes. Esto garantiza que cualquier camino que se elija será el que brinde el mayor beneficio a todas las partes involucradas y esté respaldado por datos del mundo real.
Agile
Agile es una metodología de diseño organizacional y de procesos de trabajo basada en 4 lineamientos principales:
Originalmente, la metodología evolucionó a partir del Manifiesto Ágil y su aplicación a proyectos de desarrollo de software. El objetivo era encontrar una nueva forma de trabajar y planificar proyectos, alejándose de la metodología tradicional en cascada que a menudo generaba sobrecostos y divergencias entre el producto terminado y las necesidades del cliente. Al implementar el Manifiesto Ágil, las organizaciones podrían empoderar a los equipos de desarrollo para que entreguen resultados incrementales y frecuentes, donde cada incremento acercaba el producto final a la propuesta de valor total. La base de este proceso es un impulso para el aprendizaje continuo, centrado en mejorar la entrega con cada iteración.
Sin embargo, desde sus inicios, Agile ha ido más allá del ámbito del desarrollo de software e incluye metodologías como Kanban, que toman prestadas las técnicas Lean.
A diferencia de Design Thinking y Lean Startup, Agile no es un proceso en sí mismo: hay una multitud de enfoques disponibles, todos los cuales siguen las 4 pautas principales. Y al igual que Design Thinking y Lean Startup, Agile se trata de cambiar su forma de pensar sobre cómo entregar el máximo valor al cliente: empoderando a los equipos para que hagan lo que mejor saben hacer y entregando en ciclos cortos que promuevan el aprendizaje y la mejora continua.
El vínculo: la continuidad del valor del cliente
El hilo conductor de todos estos conceptos es su enfoque en el valor para el cliente a través de un proceso de aprendizaje iterativo. Sin embargo, el enfoque en el valor para el cliente se logra de diferentes maneras, que son complementarias entre sí:
Design Thinking - Descubrir Valor
Design Thinking en la empatía intenta descubrir el valor que se puede crear para las partes interesadas. Luego, el proceso iterativo se usa para reducir la multitud de opciones a un resultado objetivo específico.
Con Lean Startup, ya existe una idea de cuál podría ser el valor y el objetivo es validar un enfoque. Podría haber múltiples formas diferentes de entregar un valor específico a las partes interesadas, y el proceso iterativo confirma cuál funciona mejor.
Finalmente, Agile se usa para ayudar a la organización a escalar la entrega a lo largo de la ruta elegida, mientras se mantiene eficiente y flexible para responder a los cambios y la nueva información descubierta durante el proceso.
DESCUBRIR VALOR
DESIGN THINKING
Entender las necesidades del cliente y descubrir cómo puedes crear nuevo valor
VALIDAR VALOR
LEAN STARTUP
Probar diferentes ideas lo más rápido y barato posible - aprender lo más que puedas.
ENTREGAR VALOR
AGILE
Institucionalizar la entrega de valor de forma continua en la organización.
Para reiterar la analogía que usamos antes:
- Design Thinking define un resultado que queremos lograr: ¿Cuál es el valor específico para el cliente que queremos ofrecer a nuestros clientes (partes interesadas)?
- Lean startup determina qué camino, entre muchos, podría ser el mejor para alcanzar el resultado deseado: ¿Cuál es la mejor manera de entregar ese valor?
- Agile es el viaje a lo largo de ese camino, que finalmente alcanza el resultado: ¿Cómo podemos entregar el valor del cliente a escala y de la manera más efectiva?
No hay necesidad de elegir
Elegir entre Design Thinking, Lean Startup y Agile es una elección falsa. Cualquier organización que decida embarcarse en el camino de aumentar su resiliencia y mejorar el enfoque en el cliente tendrá que incorporar aspectos de los tres para ver resultados significativos.
En última instancia, la pregunta que hacen los ejecutivos tiene como objetivo encontrar el camino a seguir: ¿Cómo realizo este cambio? La respuesta a esta pregunta merece toda una discusión por sí sola. Después de todo, cada organización comenzará con diferentes procesos internos y una cultura diferente, por lo que el enfoque correcto diferirá de una organización a otra. Sin embargo, se debe utilizar este mismo continuo para permitir el cambio: primero, descubriendo qué cambios se deben hacer y cómo se pueden implementar, luego validando los diferentes enfoques con equipos pequeños y, finalmente, entregando la transformación para convertirse en organización más resiliente y centrada en el cliente.
Este artículo se basó en el Blog de Medium en su artículo “Don’t Choose Between Design Thinking, Lean Startup, and Agile When Focusing on Customer Value”.
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